SARKIS….. EL ELEGIDO

Cuenta la leyenda que dos jóvenes de la ciudad de Córdoba,  habían alquilado una cabaña en Tanti  en otoño con el fin de pasar un período de descanso y sosiego. Junto a ellos vivía una anciana, con su gato Sarkis y sus perros, a la cual habían contratado para que les hiciese la comida, ya que ellos no sabían mucho del arte culinario.

Una tarde uno de ellos salió a caminar a lo largo del río, disfrutando los reflejos rojizos que se mostraban entre las hojas de los árboles con la caída del sol. Su amigo prefirió permanecer a descansar en la cabaña. Pasaron horas y horas, y este último comenzó a preocuparse porque su amigo no aparecía, raro en él porque ya era la hora de la cena.

Entrada la noche, Fabián (así se llamaba su amigo) regreso con su rostro pálido y un aspecto un tanto exhausto.

Hasta que no hubieron cenado, no accedió a contar a su amigo lo que le había sucedido. Estaban sentados delante la salamandra, con los perros y Sarkis, adormecidos a sus pies, cuando comenzó a hablar:

-Iba caminando por el río, apenas  unos veinte minutos de aquí, cuando descendió una espesa niebla que me hizo perder el sentido de la orientación. Intenté regresar a la casa pero de golpe me encontré entre árboles cubiertos ya no solo por la niebla, sinó por una oscuridad terrible.

De repente vi una luz tenue que se movia y opté seguirla pensando que me llevaría donde había gente. De golpe se apaga, y a tientas llego a una modesta casa de madera desde donde se oian cánticos. Abrí lentamente la puerta y alcancé a ver que estaban celebrando un funeral, pues había un ataúd con dos grandes velas a los costados. Oh mi amigo: no vas a creerme cuando te diga quien llevaba el féretro ¿ “

-Contame, por favor…. Claro que te voy a creer! Le dijo su amigo

-“ Las manos que estaban apoyadas sobre el ataúd eran todas pequeñas y peludas. Y tenían uñas afiladas. Sus propietarios eran gatos, te juro, eran gatos. Y otra cosa que me sorprendió era que sobre el féretro había una corona y un cetro ¡”

Al decir esto, se originó un gran caos en la habitación: Sarkis, el gato de la vecina comenzó a correr por las paredes a una velocidad inverosímil, y a los dos amigos les pareció escucharlo exclamar con una voz extraña pero completamente comprensible: ¡Por Dios, el viejo Silvestre ha muerto !! Ahora yo soy el Rey De Los Gatos !! Tras lo cual se dirigió hacia la estufa, la cual esquivó con un hábil salto y por una endija de la ventana desapareció .

Nunca mas lo volvieron a ver ……Esta es la verdadera historia del gato Sarkis…increíble, pero real.